sábado, 30 de abril de 2011

Una especie en peligro de extinción

Espero que nadie malinterprete el título de mi entrada. Yo soy de los que opino que los humanos somos esa especie capaz de lo mejor y lo peor, entre otras cosas, creo que somos el único ser vivo capaz de autoaniquilarse.

Esta entrada la publico con un solo objetivo, crear reflexión. Te invito a leerla al igual que el enlace que os proporciono, no para hecer cambiar de opinión a nadie sino más bien para trasmitir una manera de actuar, un ejemplo, una decisión que para muchos es desconocida porque nadie les dijo que...

Mi blog nació con la inquietud, entre otras, de poder compartir con mis amigos y más gente cuestiones que para mí son importantes.

Hoy quisiera compartir con vosotros un enlace que os direccionará a una NOTA de facebook escrita por una madre de una niña con SD (Síndrome de Down)

Desde aquí simplemente quiero felicitar a sus "papás" porque Vera, su pequeña hija, ha nacido, y eso hoy en día es un hecho excepcional tratándose de una niña con SD.

Pero, ¿acaso soy yo mejor o peor que Vera? ¿tengo yo más derecho a vivir que ella? ¿Soy más listo, más guapo, más persona?

Cada uno tendremos una respuesta a cada una de estas preguntas, posiblemente llegaremos a conclusiones diferentes y seguramente podríamos estar discutiendo horas y horas defendiendo nuestras razones.

Mi respuesta la planteo nuevamente con un interrogante:

¿Tengo yo más capacidad de amar que Vera?

http://www.facebook.com/home.php#!/notes/celia-montserrat-col%C3%A1s-franco/va-por-los-que-no-est%C3%A1n/1933139123721
Vera

miércoles, 27 de abril de 2011

Gracias Maria

Gracias Maria por colaborar y contribuir a hacer realidad dos de los "SUEÑOS"
Espero que a Marquitos y a Marina les haya gustado mucho las botellas-cantimplora que les has comprado.

Recuerda que tienes que explicarles que son unas botellas muy especiales y que gracias a ellos otros niños pueden ir al cole y labrarse un futuro que sin tu ayuda quizá no hubiera sido el mismo.

By Maria Dumont
Un beso muy fuerte

miércoles, 20 de abril de 2011

(7) De cómo y por qué me convertí en botella

Me gustaría retomar una cuestión que ya os he planteado más veces a lo largo de este pequeño serial, y digo serial porque no sabría cómo definirlo. En realidad se trataría de un pequeño relato enmarcado entre la realidad y la ficción, entre lo posible y lo imposible. En él, recojo vivencias, anécdotas, verdades, sueños, reflexiones, vida y esperanza, sobretodo esperanza.
Pero, ¿alguna vez has pensado que se siente viajando dentro de una botella al capricho de los mares, corrientes y tempestades?
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… se alzan varias columnas de cajas, un total de 185. Mi despacho parece, pues eso, ¿un almacén?, ¿una pequeña nave industrial?
Cada una de las cajas contiene 8 botellas-cantimplora, bueno todas no, una llegó sólo con 5, al parecer no quedaban en stock las 2000 que se habían pedido. Hacía tiempo que decidimos ir trasladándolas al almacén de la oficina una vez que la gotera del techo había sido reparada, por cierto Luz, gracias, tu hermano nos ha ahorrado mucho dinerillo. Pero el tiempo escasea y siempre hay otras prioridades.
Al ver el albarán de entrega me quedé perplejo, ahí estaba otra vez, ¿empezaba a tener sentido todo? En el apartado “cantidad” figuraba un número muy familiar, 1477. Mi número, mi mensaje, mi botella… ¿os acordáis? …En este pequeño trozo de papel encontrarás todo lo que necesitas saber, ni más ni menos. Ten paciencia y tu propio camino te desvelará el resto
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“En muchas ocasiones he pensado en escribir un mensaje, meterlo en una botella y dejar que el mar lo llevara allá donde el caprichoso destino quisiese hacerlo llegar. Pero nunca lo he hecho, y creo que nunca lo haré”
Mi vida se desarrolla día a día en una sociedad marcada y envuelta en una profunda crisis de valores. Y cuando hablo de “crisis de valores”, no quiero referirme a que hoy no haya una conciencia social respecto a las realidades humanas y una preocupación por atender a los colectivos más desfavorecidos e incluso a cuidar nuestra naturaleza sino más bien, a ese proceso de pérdida de consciencia de la misión personal, ¿quién soy?, ¿hacia dónde camino?, ¿cuál es el sentido de mi vida?
Y en ocasiones nos dejamos llevar por ese “océano social”, en ese mar monótono de la falsa calma, rota tan sólo por las tempestades artificiales creadas por nosotros mismos, quizá para poder ensordecer el  ruido aterrador del silencio, ese silencio al que tanto miedo le tenemos y que nos muestra en la intimidad de uno mismo, la realidad en la que nos hayamos perdidos.
Perdonadme por estas notas filosóficas pero es que de lo que hoy os hablo, va más allá de nuestra vida y transciende a lo verdaderamente importante de nuestro ser. Además ¿cómo si no os explicaré que nunca lanzaré una botella?
A lo largo de estas líneas, perdonadme nuevamente pero no soy escritor, he intentado haceros llegar de otra forma algo que en realidad es muy simple.
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ME HE CONVERTIDO EN BOTELLA PARA HACEROS LLEGAR 1477 MENSAJES REALES, ESCRITOS POR NIÑOS Y NIÑAS QUE TIENEN “UN SUEÑO” QUE CUMPLIR, UNA VIDA POR VIVIR, UNA OPORTUNIDAD PARA DESARROLLARSE PLENAMENTE Y AYUDAR TAMBIÉN ELLOS A SUS FAMILIAS Y COMUNIDADES.
AQUÍ EMPIEZAN ESAS HISTORIAS DE LAS QUE OS HABLABA, ESOS SUEÑOS QUE HOY COMPARTO CON VOSOTROS PARA QUE “NO LOS DEJÉIS ESCAPAR”
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En breve os diré lo fácil que es ayudar a cumplir uno de esos sueños y os explicaré de qué niños se trata, cómo viven, qué necesitan y cómo comprando una de estas botellas les ayudaréis a que el día de mañana puedan decir que su SUEÑO, ese que nos enviaron en una botella, se ha cumplido

GRACIAS A TODOS DE ANTEMANO
YO TAMBIÉN OS QUIERO


BRAYAN ALVARADO DE LEÓN
9 AÑOS
PUEBLA (MÉXICO)

"Yo quiero ser doctor para ayudar ala gente paque nose enfemen"
(Transcripción literal de su mensaje)

martes, 19 de abril de 2011

(6) El mensaje PARTE III


¿Has pensado qué se siente viajando dentro de una botella al capricho de los mares, corrientes y tempestades?
1 4 77
Si estás leyendo este mensaje será porque he logrado cumplir la misión para la que fui pensado, creado y escrito. Solo por ello ya puedo descansar de esta dura tarea. He recorrido mares y océanos hasta encontrarte, sabía que lo lograría y nunca perdí la esperanza. No te sorprendas al leer estas líneas porque ciertamente van dirigidas a ti y solo a ti. Sin ti no existiría y no hubiera tenido sentido nada.
Una vez hayas leído estos párrafos partiré de nuevo, esta vez hacia el viaje eterno, satisfecho de mi vida, en paz, desgastado por el paso del tiempo y las mil y una trabas que encontré en mi camino hasta dar contigo. Cansado y exhausto, pero ahora eso ya da igual, porque lo he conseguido.
En este pequeño trozo de papel encontrarás todo lo que necesitas saber, ni más ni menos. Ten paciencia y tu propio camino te desvelará el resto.
Soy un sueño o quizá más, un sueño que gracias a ti se ha hecho realidad.
He pasado ante tu vida y tú no me has ignorado.
Ahora solo falta que con el tiempo descubras tu propia misión . Lucha por ella y lo demás se te dará por añadidura, cree y nunca pierdas la esperanza.
Ánimo, graba en tu mente y sobretodo en tu corazón este mensaje y recuerda que en él, encontrarás la clave para la que tú y yo fuimos creados.


La botella, el mensaje, el mar, yo, Dios, los sueños, mi sueño, tu, nosotros, el mar, el mensaje, la botella.
He compartido contigo este mensaje, mi mensaje, el mismo que esa tarde de verano llegó a mis manos en una botella desgastada por el paso del tiempo.
He tardado muchos años en descifrarlo y comprenderlo, en descubrir esa misión a la que he sido llamado.
El pasado 1 de abril me dispuse a ordenar mi despacho. Junto a mi mesa, estanterías y demás mobiliario propio de una oficina se alzan varias columnas de cajas repletas de …
(continuará)

domingo, 17 de abril de 2011

(5) El mensaje PARTE II

En muchas ocasiones he pensado en escribir un mensaje, meterlo en una botella y dejar que el mar lo llevara allá donde el caprichoso destino quisiese hacerlo llegar. Pero nunca lo he hecho, y creo que nunca lo haré.
Miles y miles de mensajes a lo largo de nuestra historia han viajado por los mares del mundo con la esperanza de que algún día alguien los encuentre y cumplan así, esa misión a la que fueron encomendados. Mensajes impregnados de amor, odio, ternura, humor, vida, esperanza, locura, sabiduría, necedad, pasión y todo lo que podáis imaginaros. De igual modo las botellas que sirvieron de enlace entre quién lanzó el mensaje y quién lo recibió, han sido, son y serán distintas, no hay botella exactamente igual una a otra, son como nosotros, únicas e irrepetibles.
De entre todos ellos, los mensajes, estoy seguro que abundarán aquellos que por su “contenido” nunca debieron ser arrojados al mar, otros que fueron alojados en “botellas” equivocadas que por desgracia, no fueron capaces de llegar a su destino y naufragaron en misión.
El mensaje que recibí aquel julio de 1982 era muy especial por todo. Durante todos estos años he estado pensando y reflexionando a diario sobre aquel suceso, la botella y el mensaje. Pero ¿por qué me ha elegido a mí?
Desde luego que aún no he encontrado persona en este mundo que ni por asomo fuera capaz de escribir un mensaje como el mío, tan perfecto que estoy seguro que es el mismo Dios el que lo ha redactado en la mente de alguien que tan solo ha sido un instrumento para que quedara plasmado en ese papel…
Durante todos estos años he mantenido en secreto la existencia del mensaje y su contenido. Nunca conté a mis hermanos que aquella botella que rompí contenía en realidad un “tesoro” y cada vez que en mi familia alguien nombraba aquel suceso se me ponía la piel de gallina “… si fue aquel verano que Santi se cortó con una botella”
Dicen que para algunas cosas hay que “estar el día y la hora exacta en el lugar adecuado” El pasado julio algo así me sucedió a mí.
Acompañada de sus dos hijos se acercaba mirándonos con gesto amable y sonriente. Rápidamente se armó un gran revuelo alrededor formándose un corrillo entorno a nosotros. Me decidí a abrir la caja para mostrarle su contenido mientras le comentaba con voz nerviosa en qué consistía “el regalo”
Fueron apenas tres minutos los que me habló y de todos ellos me quedo con lo único que solo yo pude escuchar y que tampoco he contado aún, eran unas pocas palabras pero quedaron selladas en mi mente como si nuevamente la que me hablaba no fuese la Infanta Elena sino el mismísimo Dios…

               
“...ánimo, sigue luchando, has sido elegido para esta misión y estoy segura que serás capaz de llevarla a cabo con éxito”

sábado, 16 de abril de 2011

(4) El mensaje PARTE I

Eran las 2:07 de la madrugada. No sé cuál es el misterio pero hay personas  como yo que tenemos el sueño profundo, tanto es así que, es difícil que algo nos haga despertar. Encima suele decirse de nosotros que somos roncadores natos de los que duermen y no dejan dormir.

Cada noche recibo varios codacitos, codazos y empujones porque en mi estado de inconsciencia, no controlo en qué posición acaba descansando mi cuerpo y “al parecer”,  yo soy de los que ronco boca arriba, doy patadas boca abajo, respiro fuerte de lado y si caigo en  dirección a mi mujer, debo si o si dormir mirando “contraesposa”.
Con todo esto pues he de reconocer que es posible que genere un ligero ronquidito de vez en cuando.  Lo de las pataditas pues que le voy a hacer, llevo el Levante metido hasta la médula y no puedo evitar sentirme aunque sea en sueños el "Caicedo" de mi casa, eso sí, no grito gooooool ni lanzo improperios, o hasta el momento mi mujer no me acusa de ello (todo llegará)

Y os cuento eso porque cada vez que alguno de nuestros tres polluelos se despierta pues comienza el mecanismo de actuación frente a emergencias nocturnas

-          Niño: ¡¡¡Agua!!!!
-          Esposa: el niño pide agua
-          Marido: no hay respuesta
-          Niño: ¡¡¡Aguaaaa!!!
-          Esposa: codacito, el niño pide agua
-          Marido: en seguida voy
-          Niño:¡¡¡ papá aguaaaaaaaaaa!!!
-          Esposa: codazo + empujón + el niñoooooo pide aguaaaaaa!!!!
-          Marido: qué, qué pasa??? Ya me giro
-          Esposa: ¡¡¡el niñooooooooooooooo!!!
-          Marido: qué niño
-          Niño: papáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Aguaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!
-          Marido: ¡¡¡¡¡¡ya voy cariño!!!!!!

Esa noche tras el descrito mecanismo, me levanté y le di el agua al niño que automáticamente se volvió a poner el “pepe” en la boca y continuó durmiendo plácidamente boca arriba y dando patadas que para eso es niño y de momento disfruta de libertad vigilada.

Aunque no me suele pasar, aquel día como que me desvelé y no había forma de retornar al sueño. Finalmente decidí coger mi ordenador y después de cotillear las vidas ajenas en esto de las redes sociales, me decidí a abrir mi correo de yahoo.

Ante mis ojos...


Casualidad o premonición.

Evidentemente uno no puede ver las cosas igual cuando tiene casi 8 años que cuando tiene 36, nuestra historia se construye día a día y va cargándose de un bagaje repletito de acontecimientos, sentimientos, proyectos, fracasos, éxitos... y tantas y tantas cosas que van conformando nuestra camino en la vida. Y por ello la mente de un niño no es comparable con la de un adulto aun cuando como yo, uno se empeñe en ser niño cada día. Hay cosas de las que uno por más que quiera no puede zafarse.

La primera vez que lo leí de mi boca salían golpes de voz, realmente aún estaba dando mis primeros pasos en la lectura. Quizá por ello su contenido no fue asimilado y comprendido hasta unos años más tarde. Recuerdo que algo que si me llamó la atención casi al instante fueron los números 1  4  77 ...con los que comenzaba aquel mensaje-tesoro.

miércoles, 13 de abril de 2011

(3) La botella

1997. El olor a pipa impregnaba el salón de la casa. No es que el sillón hubiese sido hecho a medida sino que cuando un mismo cuerpo descansa su peso durante tantas horas consigue, poco a poco, hacerse un hueco perfecto, dibujando un molde forjado en el calor y el paso del tiempo. Para mí que ayudó a ello las innumerables preocupaciones que carga a sus espaldas un padre de familia de ocho hijos y las largas horas de reflexión, de oración y de silencio solo interrumpido por tchaikovski, Schubert, Mozar... Y como no el sillón pasó a apellidarse "de papá".

Allí mismo me gustaba sentarme intentando acoplarme a su trabajada hendidura.

Aquél día sobre mis manos tenía un pequeño libro con un título sugerente: Cartas del diablo a su sobrino. Me gustaba "coger prestado" alguno de los libros que mi hermano Juan tenía bien ordenados y clasificados en su estantería, la verdad es que normalmente solo los "ojeaba" antes de dejarlos allá donde no estaban, lo que suponía un doble cabreo. No sé por qué pero este sí me enganchó y acabé leyéndolo hasta el fin. Años después Juan me explicó que Lewis era autor entre otros de Crónicas de Narnia y gran amigo de J. R. R. Tolkien.

No sé desde cuando tengo la costumbre de utilizar no solo el dedo pulgar para sujetar las páginas con mi mano izquierda, me ayudo para ello también del índice estirado hacia arriba. No me he preguntado si es una costumbre mía o colectiva pero es algo automático y creo que ese es mi estilo. Y allí como siempre estaba esa marca que atravesaba mi dedo de este a oeste y que aún hoy, se aprecia claramente desde aquella mala ocurrencia de querer poseer casi al instante, aquello que se vislumbraba tras el sucio y verdoso cristal de la botella.

En esos pocos segundos hasta llegar a las rocas sentí que posiblemente esa era la botella más pesada que nunca había tenido en mis manos. Hoy comprendo el por qué.

Con la mano ensangrentada llegué hasta el muro del paseo y a sus píes escondí bajo la arena aquella especie de pequeño pergamino enrollado casi intuitivamente como el que no quiere dejar de ser el primero en leer la historia que contenía

domingo, 10 de abril de 2011

(2) El encuentro con mi "tesoro"

Fue girarme y allí estaba, mi vista se fijó inmediatamente en ella, no sé muy bien si realmente era yo el que la miraba o fue ella la que se asomó entre la espuma y la arena como quien resurge de la nada adivinando que ha llegado su momento, su preciso momento. Miles y miles de kilómetros recorridos o quizá no, puede que solo unos metros, un largo o corto recorrido pero en todo caso seguro que lleno de emociones y con una historia irrepetible. Y ante los ojos de ese niño, el cristal brilló con los últimos destellos de un sol que ya apagaba e indicaba que el juego, el cubo y la pala habían terminado su trabajo por hoy.
No tardé ni un segundo en tener en mis manos ese tesoro que todo niño desea, busca o imagina, pero en este caso era más que real…

- No mamá que pica mucho ¡¡¡ay!!!, sopla más fuerte que me duele…

viernes, 8 de abril de 2011

(1) El comienzo de todo

Antes que nada quiero pediros perdón por no cumplir con mi compromiso horario y teneros en vilo un par de horas más, pero comprenderéis que en mi situación esto es algo lógico. Ha sido por un tema de seguridad y cuando uno va a comenzar a contar algo tan... Mejor directamente me pongo que hoy solo tengo unos segundos para daros aunque sea una pequeña pista sobre lo que va todo este rollo. Y eso sí os pido paciencia y comprensión. Vamos allà. No es que lo recuerde todo perfectamente pero no puedo olvidar que aquel día fue especialmente caluroso y como todas las tardes me encontraba jugando en la fina arena de la playa de Bellreguard junto a mis hermanos mayores y algunos vecinos del apartamento. Han pasado ya 29 años pero para mí, creedme, es como si fuese ayer. Tengo que dejaros. Alguien ha entrado. Solo recordad que esto va de "SUEÑOS" y más