domingo, 10 de abril de 2011

(2) El encuentro con mi "tesoro"

Fue girarme y allí estaba, mi vista se fijó inmediatamente en ella, no sé muy bien si realmente era yo el que la miraba o fue ella la que se asomó entre la espuma y la arena como quien resurge de la nada adivinando que ha llegado su momento, su preciso momento. Miles y miles de kilómetros recorridos o quizá no, puede que solo unos metros, un largo o corto recorrido pero en todo caso seguro que lleno de emociones y con una historia irrepetible. Y ante los ojos de ese niño, el cristal brilló con los últimos destellos de un sol que ya apagaba e indicaba que el juego, el cubo y la pala habían terminado su trabajo por hoy.
No tardé ni un segundo en tener en mis manos ese tesoro que todo niño desea, busca o imagina, pero en este caso era más que real…

- No mamá que pica mucho ¡¡¡ay!!!, sopla más fuerte que me duele…

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